LA BASA, SUS MENTIRAS Y SUS VERDADES

Foto por Espacioenoff

Pangasius Hypophthalmus es el nombre científico para un pez asiático cuyo filete en Colombia se comercializa bajo el nombre de Basa, y cuyo consumo en forma consciente e inconsciente se ha venido popularizando desde hace años. En establecimientos y puestos de comida se vende la Basa aduciendo que son filetes de Bagre, Merluza o incluso Robalo.

La Basa es una especie originaria del sureste asiático, para el caso  de Colombia, la Basa se importa de Vietnam. En China, Tailandia y en Vietnam este pez es criado en jaulas dentro de ríos, para el caso de Vietnam es el río Mekong, el más grande del país, y considerado como unos de los más contaminados, de Asia y el mundo, famoso por sus grandes concentraciones de arsénico, en donde además se vierten desechos tóxicos y plaguicidas.

La alta fecundidad de la hembra y el acelerado crecimiento de esta especie hacen que la cría de la Basa sea muy rentable por su producción a bajos costos y su comercialización a gran escala, cosa que se refleja en Colombia, pues en Medellín una libra de basa en promedio puede costar entre 3.000 y 4.000 $.    

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¿Cuál es el problema en sí del consumo de la Basa? Más allá de que su  venta se da muchas veces bajo un nombre fraudulento, lo grave reside en el contenido de sustancias tóxicas que se acumulan en el organismo y en que algunos casos como el del  mercurio nunca es eliminado por nuestro cuerpo. Otro asunto es el bajo contenido nutricional que tiene la Basa ya que su porcentaje de proteína es apenas del 18 % y sus concentraciones de omega 3 y 6 son escasas, y a lo que podemos sumar su color pálido, su textura babosa y sabor insípido.

¿Pero qué es lo que hace que las personas en Medellín compren la basa y más aún que su consumo vaya en aumento? Las razones son muy simples, para empezar es el bajo costo, y le adicionamos las facilidades para acceder a este producto, pues a diferencia de otros pescados no tenemos que ir a una pesquera, ni al centro, ni a la minorista, sino que en cualquier distribuidora de pollo o supermercado de barrio se puede conseguir, otra razón  significativa es una tendencia de la mayoría de los habitantes del interior del país a desconocer o estar poco familiarizado con el pescado, sus variedades, sus orígenes, su apariencia, preparación y su consumo.

Poder encontrar un pescado en filete, sin escamas, sin espinas, sin olor a marisco, a bajo costo, desconociendo su bajo contenido nutricional y en un mercado donde es costumbre vender y comprar un pescado que se hace pasar por otro  son las condiciones para que la Basa siga ganando terreno en nuestra mesa.