Como se gentrifica en Medellín

Gentrificación

Por Juan Jose Giraldo
La gentrificación es la forma burguesa de modelar la ciudad, y se da en detrimento del posible modelo soñado o necesitado por las clases trabajadora y oprimidas, los burgueses, las clases privilegiadas de la sociedad, siendo minoritarias cuentan con la libertad de proporcionarse una ciudad según sus gustos y necesidades, o placeres, en este sentido la gentrificación puede considerarse también como una manifestación característica de la modernidad capitalista urbana. Aunque hay autores que relacionan este modelo con un urbanismo posmoderno, al estar su locus epistémico y ontológico de producción socioespacial ubicado en la subjetividad individual a partir del consumismo, de necesidades hedonistas, del detrimento de los encuadramientos colectivos y del modelo arquitectónico estético contrario a la realidad social.

La gentrificación sucede a nivel mundial, es la estrategia geopolítica, espacial y cultural urbana que utilizan los dueños de los medios de producción (Estado, empresas privadas, inmobiliarias, centros comerciales, etc) para concretar sus proyectos capitalistas y recuperar o adueñarse de los lugares de la ciudad que le pertenecen o han pertenecido a las personas, ciudadanos, que los producen cotidianamente, a los sectores populares y trabajadores.

La mayoría de las veces este fenómeno se da en un contexto residencial, unos residentes con capacidades económicas, y hábitos culturales diferentes y elitistas apoyados en políticas de estado, créditos bancarios y las inmobiliarias llegan a un barrio o un sector popular y lo modelan a su gusto expulsando gradualmente a las personas que habían formado este espacio.

La intención objetiva del fenómeno gentrificador es hacer que la clase dominante, haciendo uso de todos los instrumentos, instituciones,  y mecanismos posibles realice un urbanismo que perpetúe la dominación y la explotación sobre las masas trabajadoras y populares. Así, es pertinente mencionar que no solamente es mediante el proceso residencial que se gentrifican los espacios urbanos, sucede también que llegan a los barrios o a los lugares de la ciudad grandes estructuras que generan transformaciones ideológicas y prácticas sobre el espacio social, que empiezan a elitizarlo, dos casos relacionados con esto último se podrían mencionar para Medellín:

1) Distrito de la Innovación, el proceso gentrificador que adelanta este proyecto es tanto practico como ideológico, si bien su locus no es residencial, es económico y cultural, lo que lo acerca a un proceso de gentrificación simbólica, es decir, un proceso de segregación socioespacial que se centra en la diferenciación y el anclaje sobre un espacio de prácticas y hábitos sociales característicos de capas sociales privilegiadas, en este caso, sujetos relacionados con el ámbito del emprendimiento y la innovación, empresarios extranjeros y locales que se han podido formar académicamente para entender el lenguaje del distrito de la innovación. Este caso es similar al proceso de gentrificación mediante instituciones culturales sucedido en la candelaria, en Bogotá, pues parte de la diferenciación social de los capitales culturales de las diferentes clases sociales.

2) Metro de Medellín, esta institución contribuye al proceso gentrificador de manera bien particular, los lugares donde se ubican las estaciones de las diferentes rutas de este sistema tienden a valorizarse económicamente subiendo el costo de vida, la renta del suelo, expulsando a residentes tradicionales y atrayendo nuevos con mayor capacidad adquisitiva. La cultura metro puede considerar en este sentido como el distintivo que se quiere llevar a los lugares ya dominados por las elites tradicionales. La cultura metro es un proyecto higienizador de la sociedad, su fin: tener ganado hacinado, en condiciones denigrantes y que se encuentren agradecidos con esto, pero que además respeten el espacio como si fuera una especie de templo o iglesia. Además de destruir el tejido social de los barrios que borra para construir sus infraestructuras (como sucede actualmente en La Paralela), en un marco más general, el Metro sigue perpetuando las lógicas de dominación y explotación para con los pobladores de las laderas de Medellín, pues se instaura un sistema de transporte masivo monopolizado por un sector de la sociedad cuyo único interés es mantener la circulación de la fuerza de trabajo de la ciudad. Se termina configurando una ciudad no para la vida, sino una ciudad para la explotación de muchos y el disfrute de pocos. El advenimiento de la modernidad capitalista trae garantizada consigo la explotación, la dominación  y el despojo humano.

Un elemento transversal a la gentrificación es la securitización, esta es la herramienta militar y de control social que permite la realización de los proyectos burgueses y capitalistas. Se manifiesta mediante la fuerza pública, cámaras de vigilancia, empresas de seguridad privada, estructuras paramilitares.

La gentrificación la relación los sujetos y las grandes estructuras. La instituciones culturales, científicas, etc, de por si no son malas, pero dependiendo de su labor se pueden encargar de perpetuar una ciudad igualitaria o una sociedad simplemente elitizada. Cualquier sujeto con privilegios dentro de nuestra sociedad, es propenso a generar gentrificación, esto sucede porque la lógica capitalista privilegia su locus, sean estudiantes, turistas, las capas sociales que surgen del proceso de profesionalización, al no tener una conciencia crítica sobre la situación de dominación en que se encuentra la sociedad, terminan siéndole útiles a esta misma dominación, terminan contribuyendo cultural y espacialmente a la segregación social y delimitación de espacios gentrificados, aburguesados, elitizados.

Lo que se necesita no es una ciudad según los ideales “innovadores” y “emprendedores” de las elites que siguen haciéndole venia al extranjero y al turista, sino una ciudad según las necesidades reales, concretas y materiales de la mayoría de la población, de los barrios populares, las laderas de Medellín, la gente que no cuenta con vivienda digna o acceso a servicios públicos domiciliarios por arbitrariedad de EPM, lo que se necesita es como diría Harvey y Lefebvre garantizar el derecho a la ciudad para un posterior revolución social.

Notas:
Este artículo puede considerarse como una síntesis madurada de la investigación de mi trabajo de grado en Antropología “Gentrificación y Securitización Socioespacial, el caso de Moravia y el Distrito de Innovación” (2017), todas la referencias bibliográficas se encuentran allí.
Este modelo urbano de los oprimidos se plantea soñado o necesitado ya que nunca sabemos que tan avanzadas sean las condiciones subjetivas de la conciencia de clase.